sábado, mayo 05, 2007

un sueño que se desvanece


La vida es dura, y con el tiempo lo he ido comprobando, luchando día tras día, quiera o no quiera, amándote. El tiempo me ha enseñado que sin ti no se vivir y es que aunque no te tenga, necesito que estés cerca para que mi corazón siga latiendo.
Realmente estoy escribiendo sin ningún uso de razón, guiándome por un sentimiento, por tu reflejo en una fotografía, mirando el brillo de tus ojos las palabras nacen solas.


Me ha costado aprender a vivir con el constante sufrimiento de saber que no me amas y aun más aprender a acabar con la esperanza de que algún día me amarás, pero ya lo tengo bien sabido, para mi el dolor es ya un sentimiento asumido, de mi los años han borrado la esperanza y la ilusión de que algún día serás mío, ahora todo eso es un sueño, una fantasía que se desvanece, que sé y que comprendo que como un sueño que es...nunca se hará realidad.


Si amarte fue un error


Una de tantas noches de insomnio, buscando entre mis libretas viejas, entre las agendas de instituto, descubrí una carta, una carta arrugada, y medio borrosa, cosas escritas por una adolescente, que más tarde descubriría lo que era realmente el amor, pero que en esos momentos escribía lo que sigue:

"Solo quisiera entender que fue lo que pasó... Las razones, los motivos, cada vez que escucho hablar de ti mi corazón se parte en mil pedazos, mi alma se llena de dolor, te extraño.
Quisiera decirte unas cuantas cosas que espero nunca vayas a olvidar.... Eres lo mejor que me sucedió en mi vida cuando me sentía sola siempre estuviste ahí, aunque fuera en mi mente, los sueños que noche a noche vivía fueron los que me hacían sentir amada, por que estabas tu, los sentimientos que descubrí, las palabras llenas de amor, los poemas que escribí para ti.
La vida que te entregue solo quedan recuerdo… realmente te amo.
Hoy no puedo detener las lágrimas que creaste, mientras escribo pasan por mi cabeza los momentos junto a ti... Y todo mi amor… para ti fue un error.
Un error el cual no me arrepiento, pero amarte el peor de mis errores, tu no te mereces que yo te amé. "

viernes, mayo 04, 2007

HAGAN JUEGO SEÑORES, HAGAN JUEGO




Algo estaba mal. O algo estaba haciendo mal. Todos se iban. Nadie se quedaba. Ese parecía ser mi destino, pero estaba dispuesta a enfrentarlo esta vez. Venía tragando muchas lágrimas y ese último trago de orgullo esa mañana específica me atragantó. La situación no daba para más, la templanza no alcanzaba y se acercaba mi punto límite, ese que a todos les daba miedo, especialmente a mí…
Sentía la adrenalina que tanto había ansiado y por primera vez en mucho tiempo tenía la sensación de que podía perder, que mucho más que ese juego de sms se definía esa mañana. Lo que no imaginaba era que ya había ocurrido algo determinante… Inesperadamente, la que había perdido el equilibrio era yo. Me preguntaba dónde estaba tu cabeza, si en el juego o en mí. Me preguntaba si yo ERA el juego.

Quizás de eso se trataba. Cuando aprendí a jugar, mi maestro me había advertido que algunos competidores solo buscan poseer a su oponente, despojarlo de su ser, separar a la persona del jugador y apresar a ambos… si era ese tu objetivo, estabas teniendo éxito. La mujer y la jugadora estaban cayendo.
Tu perfume flotaba en el aire, me hacía efecto, me llevaba a una tentación profunda, me invitaba a descifrarte mis cartas al oído, pero lo disfrazaba con mi siempre útil humor ácido. Con mi postura, con ese personaje que había creado… pero el disfraz se estaba cayendo. Había comenzado a caer al inicio de la partida, o tal vez me lo habías ido quitando cuidadosa y delicadamente a medida que el juego avanzaba y las apuestas se incrementaban… por otro lado, no estoy tan segura acerca de tu disfraz…

El juego se había vuelto tan personal que la mujer conspiró contra la jugadora. Pero que significaba perder la partida si ya me había extraviado en tu mirada?


El que no arriesga, no gana”, me decía a mí misma., Sea lo que fuera, lo que te alejó de repente, solo sé que el juego fue tuyo desde el principio y aún así subiría de nuevo cada apuesta, aunque juegues con cartas marcadas… desde esa partida, sigo en la mesa esperando que te animes a ver lo lejos que puedo llegar, pero ya no me dejaré engañar por tu mirada, ya no confiare en tus buenas maneras, ahora solo me retiraré, porque retirarse no es huir, ni esperar es cordura, cuando el peligro sobrepuja a la esperanza

Por ti volvería a jugar, por ti me dejaría ganar, por ti…NI UNA LÁGRIMA MÁS.